25 septiembre 2008

Radio punto com

Estuve en la 7a Bienal Internacional de Radio que tuvo lugar en México D.F. del 8 al 12 de septiembre, en el Centro Nacional de las Artes, un inmenso complejo de edificios dedicados a los estudios y a la promoción de las artes. El lugar es emblemático porque allí estaba la gran Cineteca Nacional que se incendió el 24 de marzo de 1982, cuando yo vivía allá. Una gran hoguera se llevó al olvido siete mil películas que estaban en las bóvedas; con los años, se pudo recuperar unas cinco mil, pero dos mil se perdieron irremediablemente.


Sin embargo, ahora el motivo para estar en el Centro Nacional de las Artes no podía ser más estimulante: celebrar los 40 años de emisiones sin interrupción de Radio Educación, entidad organizadora de la bienal. Para quienes no lo saben Radio Educación es uno de los ejemplos más elocuentes de la radio pública en América Latina, un modelo desde todo punto de vista. El Estado mexicano ha apoyado durante cuatro décadas esta propuesta educativa y cultural del más alto nivel, demostrando que la radio no solo no ha sido desplazada por la televisión, sino que sigue siendo un instrumento de afirmación de la identidad nacional.

“La historia de la radio en México no se entiende sin Radio Educación”, dijo Virginia Bello, Directora General de la emisora, en sus palabras de inauguración de la 7ª Bienal Internacional, que fue transmitida en vivo y en directo por satélite, a través de las frecuencias de Radio Educación y de sus páginas web.

La 7ª Bienal Internacional tuvo por tema “La radio de cara al futuro: el impacto de la convergencia tecnológica”, para analizar los desafíos de la convergencia digital y el impacto de las nuevas normas que será adoptadas en los próximos años. Las cinco mesas de panelistas abordaron las perspectivas de la radio en México, la era de la convergencia tecnológica, las audiencias y los nuevos hábitos de consumo de radio en la era digital, las tendencias de la programación y las nuevas interactividades y recursos tecnológicos. A mí me tocó hablar de los “Retos y oportunidades de la convergencia tecnológica pública y comunitaria” en la Mesa 4, junto a colegas de España, Italia, Alemania y México.

En paralelo a la 7ª Bienal se desarrolló el concurso de producción radiofónica, que este año en sus nueve categorías recibió 712 trabajos provenientes de 16 países. Además, todas las tardes se impartieron talleres sobre diversos aspectos del periodismo radiofónico, uno de ellos dictado por el boliviano Alberto Souviron, director de la página web de BBC Mundo.

Tuve la oportunidad de conversar con colegas que han reflexionado y escrito seriamente sobre estos temas, como Mariano Cebrián, José Zepeda, Gabriel Sosa Plata, Arturo Merayo, Carlos Rivadeneyra, Aleida Calleja, Carlos Plascencia Fabila, entre otros. Me dio mucho gusto conocer a Elfego Riveros, director de Radio Teocelo, la primera y más antigua radio comunitaria de México.

La noche de la inauguración del evento, nos llevaron a cenar al Castillo de Chapultepec, un lugar no solamente emblemático porque fue residencia del Emperador Maximiliano hasta su fusilamiento y luego de Porfirio Díaz, sino porque es un lugar hermoso en medio del bosque más extenso de Ciudad de México. Fue un privilegio asistir a esa cena, deliciosa, acompañada por un grupo de cámara que interpretó composiciones mexicanas de época. El Castillo de Chapultepec se abre de noche en muy contadas ocasiones, sólo para eventos especiales.