10 septiembre 2012

Rionegro bis


Regresé a Rionegro a principios de julio –apenas dos semanas después de mi anterior visita- invitado por Rafael Pacheco, coordinador de comunicación de la Redprodepaz,  para participar en el  “VI Encuentro Nacional de Comunicadores Sociales - Programas Regionales de Desarrollo y Paz. Comunicación para el Cambio Social: una apuesta de desarrollo desde las regiones”, evento que tuvo lugar en el apacible entorno del Recinto Quirama, en el Municipio de El Carmen de Viboral. Rafael me pidió dar la conferencia inaugural: “Comunicación y cambio social: raíces y horizontes”, además de moderar las tres mesas donde se presentaron ocho experiencias de la Red Nacional de Programas Regionales de Desarrollo y Paz (Redprodepaz). 

Participantes en el VI Encuentro Nacional de Comunicadores Sociales de la Red Prodepaz, Rionegro, julio 2012
La Redprodepaz es una iniciativa ciudadana que apunta a “un proyecto de nación construido desde el fondo de los conflictos (…) con el empeño de llegar a tener una patria soberana de hombres y mujeres en dignidad y armonía con la naturaleza” según reza su manifiesto de 2002, cuando fue creada. Los tres principios que animan a esta red son: a) el respeto a la vida y la dignidad de la persona humana, b) la democracia participativa, y c) la equidad y solidaridad. Para ello reúne a una veintena de programas herederos de los “laboratorios de paz” de Colombia y cuenta con el apoyo de entidades públicas y privadas que hacen realidad el concepto de responsabilidad social, tan poco valorado en otros países.

Los cinco grandes temas estratégicos de la Redprodepaz son: a) Paz y desarrollo humano, b) Desarrollo humano integral, c) Tierra y ordenamiento territorial, d) gobernabilidad democrática y e) educación.

Me convocó el interés que la Redprodepaz ha manifestado por la comunicación para el desarrollo y el cambio social, algo que atraviesa todos sus programas e iniciativas, aunque a veces con otros nombres. El enfoque regional, el fortalecimiento organizativo, y los mecanismos de información y comunicación que se han puesto en práctica, hacen de la Redprodepaz y de las organizaciones que son parte de la red, una experiencia ejemplar.

Los directivos de la Redprodepaz tienen clara, al menos en el discurso, la distinción entre información y comunicación. Según Sergio Guarín, su coordinador, es esencial separar lo que se hace en cuanto a imagen corporativa de los programas y la labor de información, de aquello que son los procesos de comunicación con quienes que se trabaja en la comunidades. Es decir, la capacidad de diferenciar ambas cosas. Ir más allá de la información en los programas, y trabajar en la comunicación como proceso de cambio social.

Recinto Quirama
La comunicación es esencial en este sistema que cuenta por una parte con 19 programas regionales que trabajan en 433 municipios, y luego once entidades de apoyo político, económico y técnico, empresas privadas y organizaciones vinculadas a las iglesias. La coordinación de la red tiene funciones de acompañamiento y fortalecimiento de los programas para incidir en políticas públicas, hacer gestión de conocimiento y comunicación en todos los programas.

Al término de la reunión, los participantes emitieron un manifiesto de ocho puntos subrayando la importancia de la comunicación como eje transversal. En uno de los acápites establecen claramente las características de la comunicación por la que apuestan: "Comprendemos la diferencia que hay entre trabajar con y a través de los medios de comunicación masiva y de los medios de comunicación comunitarios y ciudadanos. Los primeros son empresas con ánimo de lucro, que en ocasiones nos prestan servicios y apoyo, ya sea cuando los contratamos para ellos, o cuando ellos lo ofrecen. Los consideramos instrumentos de información que tienen sus propios intereses. Los medios de comunicación comunitarios y ciudadanos son proyectos sociales en manos de la comunidad que forman parte de los recursos más importantes para su movilización, educación, difusión de sus valores, cultura  e intereses e información de sus propias agendas. Frente a estos nuestras actitud es de apoyo trabajo conjunto y colaboración estrecha."

Desde Prodepaz se acompañan escenarios como el Proceso Estratégico Regional (PER) y los Procesos Estratégicos Territoriales (PET), que trabajan en temas de derechos humanos, infancia y adolescencia, planeación y productividad y comunicación para el desarrollo. Mi anterior visita a Rionegro fue precisamente en el ámbito del PER, a invitación de Juan Diego Agudelo.

No todo es una taza de leche, porque las políticas de desarrollo del Estado en algunos temas chocan con los programas de desarrollo y paz. El impulso a la minería, por ejemplo, aparece en algunas regiones como “una locomotora a contravía”, según las palabras de Sergio Guarín, porque al amparo de esa política minera hay acciones desde el poder que favorecen el ingreso de grupos armados en algunas regiones, para desalojar a los agricultores de las tierras que tienen potencial minero.

En sus diez años de existencia la Redprodepaz ha podido influenciar algunas políticas públicas, por ejemplo en el tema de las víctimas del conflicto. El gran desafío parece ser trascender el discurso institucional y lograr propiciar un compromiso mayor a través de acciones colectivas desde los propios pobladores. Es fundamental en esas experiencias tener muy claro de quien es la mirada sobre la realidad social en los territorios.

Red de pobladores
Tuve la oportunidad de participar en el encuentro donde se conformó la Red de Pobladores de Prodepaz, que permitirá que las demandas desde la base se fortalezcan y puedan influir las políticas desde abajo. 

El evento, organizado por el Director Ejecutivo de Prodepaz, el padre Miguel Ángel Salazar, fue para mi muy revelador de cómo se puede tejer una red para construir territorio desde los propios pobladores. La red se fue tejiendo (literalmente) durante el encuentro, a través de actividades participativas en las que los pobladores de diferentes lugares del oriente antioqueño se posicionaron sobre los principios de equidad, solidaridad y democracia participativa, para avanzar “los sueños de región y de país” a través de procesos donde es posible “conversar, compartir, vernos las caras”, como afirmó Miguel Ángel. 

“Si la fuerza del caimán está en el agua, la fuerza del territorio está en la gente”, dijo este sacerdote de enorme dinamismo y compromiso, reafirmando que no hay pueblo sin territorio, porque el territorio es el ambiente de la identidad, el espacio de la cultura. Hay un sentido de pertenencia “entrañable”, que contribuye a crear “arraigo”. Ambas palabras tienen que ver mucho con el vínculo de los pobladores con la tierra, con la entraña de la tierra y con las raíces, porque el desarraigo es cortar de raíz a quienes están unidos a la tierra. En ese sentido, el desarrollo sin participación de los pobladores, sería una invasión de territorio.

La iniciativa de los pobladores es parte del proceso de apropiación de los temas de desarrollo, con la certeza de que el protagonismo no debe ser el de las instituciones solamente, sino el de los pobladores, en un ejercicio de diálogo horizontal (aunque parezca una tautología decirlo).

Orquesta INCOMAR, de Marinilla
El encuentro de la Red de Pobladores fue un espacio de intercambio y confraternización, acompañado por actividades artísticas.  Volví a escuchar a la banda de música INCOMAR formada por jóvenes y niños del municipio de Marinilla, que dirige Wilson García Ocampo. Los había visto por primera vez durante la reunión de Nuestros Medios en el Recinto Quirama, en 2009, aunque entonces era una orquesta completa, con la sección de cuerdas que ahora no estuvo. El grupo Bitango, del municipio de La Ceja, mostró su habilidad al interpretar bailes de varias regiones latinoamericanas, en adaptaciones propias.

Me marcaron las frases de los participantes en los eventos de Prodepaz y de la Redprodepaz: “Antes, todos nos sentíamos culpables de algo, pero no sabíamos de qué”. “El miedo nos mantenía en silencio”, expresó Carlos Andrés Carrascal, de la experiencia de desarrollo en Montes de María. “Construir ciudadanía”, “somos lo que aportamos”, son frases que se escuchan con frecuencia y que revelan el grado de lucidez que se va logrando a través de las estrategias de comunicación.

Gloria Sánchez
En todas las experiencias que he visitado en Colombia me ha sorprendido el grado de apropiación del lenguaje de la convivencia, de la paz y del desarrollo, y la conciencia del papel de la comunicación. No hay mejor ejemplo de ello que un corto video que presentó Gloria Sánchez durante el Encuentro Nacional de Comunicadores Sociales de Prodepaz, y que me interpeló profundamente, como a todos los participantes. Se trata de una recopilación de testimonios de pobladores que han participado en las Mesas Subregionales de Trabajo (MST).

Volví a encontrar en Rionegro a comunicadores que he ido conociendo en anteriores visitas a Colombia, que hicieron presentaciones de sus programas y procesos en las mesas que me tocó moderar, como Vicente Otero del CRIC, con quien estuve durante mi visita a la emisora Uswal Nasa Yuwe Stereo 88.1 FM, radio de los indígenas nasa del Cauca, en el resguardo de San Lorenzo de Caldono. Estaba también  Leonardo Amaya director de Radio San Vicente Chucurí, pero ahora, además, coordinador de la Red de Emisoras Comunitarias del Magdalena Medio (AREDMAG), que tuve oportunidad de conocer en 2006 cuando filmé Voces del Magdalena con el apoyo, en la producción, de Amparo Cadavid. Además, los amigos Juan Diego Agudelo y Albeiro Giraldo del Programa Estratégico Regional (PER), Carlos Vásquez de la Universidad Católica de Oriente (UCO), David Montoya de la Universidad de Antioquia, que me invitaron en junio pasado a conocer sus actividades, la experiencia de la Mesa de Comunicación, y las experiencias de Radio El Peñón de Guatapé y del Laboratorio del Espíritu, entre otras.  

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Je veux qu'on me creuse trois tombes :
une pour mon corps, une pour mon âme,
une pour mes mots. 
Alain Bosquet