19 septiembre 2016

Tres generaciones de pintores dialogan a través de un poemario

Gonzalo Díaz de Oropeza

Alfonso Gumucio Dagron es un hombre polifacético: además de ser cineasta y fotógrafo, también es escritor. A lo largo de su vida ha tratado de equilibrar el cine, la fotografía y la literatura porque considera que los tres están vinculados por la imagen. "Para mí el vínculo entre las tres cosas es la imagen. Son complementarias”, explicó.

Como literato se mueve en los campos del cuento y la poesía. Ésta última, según su visión, es la que está más vinculada a la imagen. Por ello, para publicar su cuarto poemario, titulado Sentímetros, en 1990 invitó a 11 amigos suyos pintores.

Entonces, ellos escogieron  poemas para dibujarlos. Algunos de aquellos artistas fueron la argelina Fatiha Rahou,  Gustavo Lara, Raúl Lara, Pedro Portugal, Wálter Solón Romero, entre otros. Aquella fue la primera experiencia en la que Gumucio juntó la imagen y la poesía.

De cierta forma, cuando escribe poesía a mano en papeles que luego archiva, crea imágenes. "Cuando uno escribe poesía, escribe imágenes”, afirmó. Sin embargo, reconoce que no puede hacer dibujos como él quisiera. "Lo único que no he podido hacer en mi vida es pintar o dibujar. Tengo una enorme envidia de la gente que tiene facilidad para pintar”, dijo.

Por esa dificultad, pero también para mantener un diálogo con sus amigos artistas fue que publicó su primer poemario ilustrado hace 26 años. Ahora, Gumucio repite la experiencia, pues junto a Plural Editores, presenta su sexto poemario titulado: Poeta de papel.

Esta obra reúne 100 poemas, que fueron ilustrados por 20 artistas de tres generaciones. "Yo quería diversidad, quería artistas varones, mujeres (…) He querido tener un panorama de lo que yo considero como buena pintura”, afirmó.

En Poeta de papel participan Luis Zilveti, David Darío Antezana y Alejandro Salazar, que ya dibujaron en Sentímetros de 1990. A ellos se sumaron Roxana Hartmann, Mónica Rina Mamani, Gonzalo Ribero, Erasmo Zarzuela, Ejti Stih, Carmen Perrin, Lorgio Vaca, Fernando Rodríguez Casas, Carlos Villagómez, Guiomar Mesa, Patricia Mariaca, Gilka Wara Libermann, Marcos Loayza, Mauricio Bayro,  Javier Fernández, Marco Tóxico y José Ballivián.

El libro será presentado a las 19:00 en la Cinemateca Boliviana. Hay una sorpresa reservada para los asistentes, ya que los 100 dibujos que aparecen en la publicación  serán expuestos en su formato original.

Esta exposición durará al menos dos semanas, periodo en el cual los dibujos serán puestos a la venta. "La gente joven interesada por el arte  puede tener un dibujo de autores importantes… tal como yo empecé (a coleccionar arte) hace tantos años”, indicó el poeta.

Gumucio comenzó en la poesía en su juventud, cuando escribía "poemas desechables”. Un tiempo después de escribirlos los leía nuevamente y, como pensaba que no valían nada,  simplemente  los desechaba. Pero escribía desde antes, pues a sus ocho años escribía cuentos. "Quizás por inspiración de mi abuela paterna. Era una persona con mucha habilidad para pintar y escribir. Creo que esa fue la primera influencia positiva que tuve desde niño”, recordó.

En su juventud pasó por un periodo intenso en el que comenzó a escribir "poesía publicable”. Aquella etapa empezó en 1971, cuando estaba exiliado en España, donde compartía "por fortuna” un departamento con el poeta Pedro Shimose. "No teníamos nada, apenas para comer, estábamos los dos exiliados”, recordó.

"Lo que teníamos era muchas ganas de escribir. Entonces, durante varios meses, cada uno en su cuarto, escribía intensamente. Yo escribí como 300 poemas en varios meses. Él escribió un libro que fue premiado en Cuba, que es Quiero escribir pero me sale espuma”.

Aquellos poemas recién fueron publicados cuando regresó a Bolivia en la última etapa de la dictadura del entonces coronel Hugo Banzer Suárez. Como eran bastantes, decidió separarlos en tres libros: Antología del asco (1979), con poesía política y social; Razones técnicas (1980), con poesía amorosa; y Sobras completas (1984) con los poemas que quedaron sueltos. En 2000, publicó Memoria de caracoles, que reúne los poemas que escribió entre 1996 y 1998, cuando vivía en Haití.

Sobras completas (1984) se publicó en México, a donde Gumucio partió exiliado luego del golpe de Luis García Meza. Luego de retornar al país, a fines de los años 80, publicó Sentímetros (1990), que reunía 100 poemas "con sentimiento” y le dio su primera experiencia de diálogo entre la poesía y la imagen; que ahora repite con Poeta de papel.


(Artículo publicado en el diario Página Siete el domingo 18 de septiembre 2016)